INFANCIA SANA

 COMO LOGRAR UNA INFANCIA
                 SANA

Es una obligación, más que un simple propósito el procurarles una Infancia sana y feliz a nuestros pequeños ya que son el futuro prometedor. Por tanto, debemos aprovechar su capacidad intelectual, la predisposición a las actividades recreativas y su infinita curiosidad por descubrir un mundo lleno de posibilidades y oportunidades para desarrollarse sanamente. Por tanto necesitamos mantenerlos alejados de los peligros que a diario los acechan y amenazan, por medio de advertencias, comunicación constante, apoyo, estimulación personal, amor, comprensión y mucha paciencia. Enseñémosles con un lenguaje cercano y sencillo en forma de historieta como actuar en caso de abuso, ofreciéndole apoyo y protección de su entorno y alentándolos a expresar cualquier situación relacionada con el abuso.

 La Psicoanalogía (origen emocional de los problemas de salud) nos advierte acerca de situaciones desfavorables o poco comunes por las que el infante está atravesando y que en muchas oportunidades no se atreve a comunicar ni enfrentar por temor a represalias tanto de el agresor como de sus familiares o personas a que lo tienen a su cargo.

Es prioritario erradicar el maltrato y el abuso en los pequeños para que puedan tener una infancia normal, sana y feliz. No es tan dificil hacer feliz a un niño, la clave es: dedicarles tiempo y atención. procuremos llevarlos al parque, jugar con ellos, participar de su entusiasmo, escucharlos constantemente, instruirlos de manera adecuada, demostrarles que son lo más importante en nuestras vidas para fortalecer su autoestima y seguridad y evitar así que desarrollen comportamientos inconscientes de autodestrucción.

No es cuestión de consentirles los caprichos ni malcriarlos para tenerlos contentos, es más bien cuestión de actitud, dedicación y disciplina a tiempo. Es evidente que un niño demasiado consentido y malcriado es un niño inconforme e insatisfecho que tiende recurrir a la agresividad para conseguir lo que quiere y que por ende, no solo no será feliz sino que se convierte en un problema para su familia.

Procuremos una infancia feliz y sana libre de perjuicios, protegiendo  nuestros pequeños en todo momento y estando atentos a lo que ellos quieren comunicarnos, orientarlos a elegir y tomar decisiones acertadas, evitando dejarlos con personas extrañas o adultos que nos produzcan desconfianza, así como mantenerlos alejados de las malas amistades ya que  en los padres recae la responsabilidad de mantenerlos a salvo y libres de la contaminación del mundo y sus innumerables epidemias que atentan contra su inocencia e ingenuidad.